Mamá, yo también quiero ser María

Cuando comencé este blog comenté que llevaba unos días sin fumar y sin beber café. Lo segundo he vuelto pero he dejado totalmente el tabaco. No me llama en absoluto y lo he cambiado por deporte. Os lo recomiendo. Entre otros y otras he conocido a un tal pilates que se le ocurrió la fantastica idea de diseñar unas tablas de abdominales que eso no hay quien lo aguante.. y cuando ya llevamos unos minutos sin apoyar más que los codos y la punta de los pies en el suelo se oye "aaaaaaahhhh no aguanto más" la peña grita de dolor, y la monitora, dice "SI EQUIPO SI PODEMOS" y es ahí precisamente cuando te acuerdas de toda su familia. Mis compañeras de gimnasio son lo que yo llamo "marias" dicese de esas mujeres que tras dejar a los hijos en el cole se pasan al bar de enfrente a tomarse un cafecito un cigarrito y se vienen al gimnasio. Y señores, cuidado con ellas, que las muy bestias pueden con el doble de peso que yo... jue con las marias. vamos que se ve que coger todo el día al hijo en brazos las pone cachas. Cualquiera se mete con ellas. Previo al ejercicio las oyes hablar de sus garajes, de sus chalets, de su Oscar, de su Oliver.. de que luego se marchan a la piscina... jo yo también quiero, Tienen todo el tiempo para ellas, tienen cuerpos de escándalo y encima no trabajan ni en la casa porque tienen quien se la limpia. Así ya se puede. Son la versión Azudense de "las mujeres desesperadas". ¿Yo de mayor? me pido ser María.